Cuéntanos, ¿Qué es Corraliza Valdrecruz?
Corraliza Valdecruz es una explotación familiar que llevamos entre 3 personas: mi hermana Blanca, mi marido Cesar y yo. Cultivamos cereal extensivo de secano en ecológico y llevamos uno 22 años cultivando en ecológico.
¿Por qué apostasteis por el cultivo ecológico?
Hace 20 años tocó el relevo generacional con mi padre y queríamos darle un impulso nuevo a la finca. Estuvimos viendo diferentes opciones y nos planteamos empezar con agricultura ecológica. Teníamos bastantes dudas, pero decidimos entrar con todo: poquito a poco a lo largo de los años hemos visto que merecía la pena.
¿Cuáles son las características de vuestra finca?
Es una finca bastante amplia donde cultivamos cereales. Estamos en la Ribera, lo que significa que dependemos básicamente de la pluviometría, que es muy escasa. Aquí se cultiva año y vez, esto significa que tenemos media explotación cultivada y la otra media en barbecho. En esa parte de barbecho sembramos leguminosa (veza) que luego se come el ganado a diente y después se envuelve y entierra con labores agrícolas y es lo que hace de abono para el año siguiente, donde sembramos trigo, cebada u otro cultivo. La leguminosa aporta mucho nitrógeno a la tierra.
A la hora del manejo de la explotación es básico las rotaciones de cultivos y tener muy claro dónde y cómo. Mi labor es básicamente esa, planificar, organizar y tener unos mapas muy claros de dónde y cómo van las rotaciones año tras año para no repetir y que luego la tierra sea más productiva.
Como la pluviometría es muy escasa, los cultivos también están condicionados. Aquí básicamente lo que cultivamos es cebada o trigo para pienso animal o alguna variedad en concreto para harina o panadería como puede ser el caso de Aragón 03. La mayor parte que cultivamos es para pienso.
¿Cómo cuidáis la finca?
Valdecruz está a las puertas de las Bardenas y no solo nos dedicamos a cultivar una simple parcela de cereal. Manejamos una explotación entera que tiene cereal, monte, fauna… y cuidamos y respetamos todo. Es un ecosistema completo y lo cuidamos como tal.
¿Cuáles son vuestros canales de comercialización?
A lo largo de estos años nos hemos encontrado de todo. Ha habido épocas que no había un mercado ecológico nacional, se vendía muy poco y la mayor parte iba a Inglaterra y al norte de Europa. Estaba mejor valorado el tema de cuidar la alimentación, que esté libre de herbicidas y abonos.
De unos años a esta parte hemos pasado de estar vendiendo fuera a estar vendiendo aquí. Hemos creado un canal de venta directamente para pienso y nuestro interés también es poner pequeñas producciones para vender a panaderías ecológicas siempre que tenga calidad el trigo (depende del año, agua…).
Lo bonito es que lo que cultivas aquí, se quede aquí y se consuma aquí. No tiene especial interés producir cereal aquí para que vaya a Inglaterra.
¿Cuáles han sido las dificultades que os habéis encontrado por el camino?
Los mayores inconvenientes que nos hemos encontrado a lo largo de estos años han sido a la hora de manejar la semilla. Sembramos nuestra propia semilla pero antes hay que seleccionarla en una seleccionadora que cuesta muchísimo y no está al alcance de un agricultor. Las cooperativas que trabajan en convencional no nos seleccionan y tenemos serias dificultades. Gracias a INTIA y a CPAEN/NNPEK creamos una asociación que se llama Hazialdeko, y nos hemos comprado en conjunto una maquina seleccionadora itinerante. Cada uno de nosotros (agricultores en ecológico) la trasladamos a nuestras explotaciones por diferentes localidades de Navarra y seleccionamos nuestra propia semilla que luego sembramos en la finca.
¿Cómo animarías a dar el paso a la agricultura ecológica a otras agricultoras?
Nuestra valoración a lo largo de estos años ha sido positiva, no solo hemos conseguido cultivar, cuidar medio ambiente, cuidar la finca… sino que también hemos conseguido que sea rentable. No se puede olvidar que si no es rentable no sirve. Entonces “funciona”. Creemos en la finca, creemos que podemos aportar un granito y dejar a las futuras generaciones algo mejor. La agricultura ecológica es una apuesta clara de ello y la experiencia de estos 22 años ha sido súper positiva. Animaría al resto de la gente a no hablar tanto de producciones sino de calidad, a quien va dirigido y que estás dejando de residuo. No solo dedicarte a cultivar sino que estás aportando a la tierra y que estás dejando de huella tuya en esto.
¿Qué te ha aportado CPAEN/NNPEK en todos estos años?
El CPAEN/NNPEK nos ha aportado experiencia y certificación que en cultivo de ecológico es básico. Las personas productoras queremos certificar que estamos vendiendo en ecológico, y las personas consumidoras tienen que tener muy claro qué es ecológico. Eso es una labor de CPAEN/NNPEK. Cuando se certifica se llevan unos controles exhaustivos y necesarios.
