“Consumiendo productos ecológicos creamos oportunidades para que jóvenes puedan vivir en sus pueblos”

Cuéntanos vuestra trayectoria ecológica ¿Cómo empezasteis, qué producís, dónde, cómo?

Empezamos en 2013 con un rebaño de cabras pirenaicas, raza en peligro de extinción, y construyendo una pequeña quesería para poder elaborar nuestros quesos.

Después de 5 años con el rebaño, en 2019 decidimos, a nuestro pesar y por diversos motivos, entre ellos de salud, adaptarnos a las circunstancias y dejar en funcionamiento solo la quesería, pasando a elaborar quesos con leche ecológica de vaca, comprada a un caserío cercano. Fue una pena no poder seguir haciendo queso de cabra, porque ya teníamos un mercado hecho, incluso quedamos finalistas como mejor queso en gourmetquesos! Pero, siempre mirando hacia adelante, comenzamos la nueva aventura, esta vez elaborando diversos tipos de quesos de vaca (azul, de pasta prensada, de pasta blanda), siempre intentando ofrecer productos que no se encontraran fácilmente en el mercado y trabajando con productores que tuvieran nuestra misma filosofía: de pequeñas granjas familiares donde prime la calidad y el bienestar animal y no únicamente la economía.

Después de casi 2 años estamos bastante contentos, a pesar del año catastrófico que nos ha tocado con la pandemia, el producto está saliendo bien y nos encontramos más tranquilos.

¿Por qué vienes al EKOmercado?

El EKOmercado nos parece una apuesta imprescindible para la venta directa en la ciudad de Iruña. La mayoría de los que estamos ahí somos pequeños productores y elaboradores que priorizábamos la venta directa en nuestros pueblos, y es una buena oportunidad tener un espacio así en la capital. También ha sido mal año para comenzar, por todas las restricciones del Covid, pero aún así en general, la gente está contenta. Además es una oportunidad para juntarnos los y las productoras, que tenemos poco tiempo para sociabilizar!

¿Por qué animarías a consumir productos ecológicos?

Porque, además de ser más sanos y seguros al no usar productos tóxicos y tener unas garantías de que se respetan ciertas medidas, como el no uso sistemático de antibióticos y hormonas en la ganadería, tanto en la industrial como en buena parte de la tradicional, la alimentación libre de OGMs, y otros muchos puntos.. hay que pensar que nuestra forma de consumir tiene grandes repercusiones sociales, ambientales o económicas. Consumiendo productos ecológicos y de proximidad, apoyamos a los productores locales, que a su vez mantienen el medio rural vivo, cuidan el medio ambiente, y creamos oportunidades para que otros jóvenes se instalen y puedan vivir en sus pueblos.