"El EKOmercado es un espacio de encuentro, una manera de establecer relaciones directas, fluidas y de confianza"

Cuéntanos vuestra trayectoria ecológica  ¿Cómo empezasteis, qué producís, dónde, cómo?

Desde que comenzó Lakabe como proyecto comunitario la ecología formaba parte de él. En los ochenta se producía pan para casa y poco después empezamos a venderlo en el antiguo rastro de la Txantrea, pero no fue hasta finales de los noventa cuando se regularizó, con la inscripción en CPAEN/NNPEK, y se comenzó con la producción tal y como ahora la conocéis. Lakabeko Okindegia fue un  proyecto pionero en panadería ecológica en Navarra. El proceso del pan y la pastelería comienza con la molienda del grano. Es un pan artesano elaborado con levadura madre y horneado en horno de leña. Trabajamos en colaboración con el bosque y los animales para obtener la leña y producimos la energía eléctrica que necesitamos, energía solar e hidráulica.

Con el tiempo fuimos creando diferentes variedades de pan, como el pan de centeno, de trigo, el pan blanco, el de nueces y pasas o el de sésamo, que llevamos al Ekomercado. También elaboramos galletas y pastas con el mismo proceso ecológico, como las de avena, las de chocolate y las de almendra o los bollitos de avellanas y pasas. Tres personas trabajamos directamente en esta actividad, pero formamos parte de un colectivo en el que se implican más personas en labores como las de traer la leña o el envasado.

¿Por qué vienes al EKOmercado?

Los mercados son espacios de encuentro, una manera de establecer relaciones directas, fluidas y de confianza. Puedes contar qué y cómo lo haces directamente a las personas consumidoras y una conversación que comienza hablando de pan o de pastas puede llevar a contar el proyecto de Lakabe, a hablar de otros conceptos, a establecer conversaciones interesantes. Esto es algo que sólo se puede hacer en lugares donde el trato es de tú a tú. Además, es un espacio de venta de pequeños productores/as con un enfoque local y tener un espacio así, de referencia, en el centro de Iruña me parece algo maravilloso. Con el tiempo la idea es que haya personas que nos encarguen el pan directamente y se lo podamos entregar en el EKOmercado, sería algo ideal.

¿Por qué animarías a consumir productos ecológicos?

Lo primero para apoyar proyectos de vida alternativos, como el de Lakabe y muchos otros que hay en Navarra, rehabitando el medio rural. También para apoyar a personas que están produciendo en el campo y que cuidan y dan vida a ese lugar. Dentro del producto ecológico y por el valor que se da a las cosas hay un mayor sentido de justicia social, de valoración de la cultura tradicional, de apostar por las energías limpias, tiene que ver también con la soberanía alimentaria y además tiene beneficios individuales, al fin y al cabo somos lo que comemos.