De modo que es necesario comprender que el alumnado siente el deseo y las ganas de descubrir aspectos interesantes de su mundo. Esto solo lo consigue a través de una estimulación de la curiosidad, con el fin de despertar el interés por el descubrimiento, para que esto dé lugar al aprendizaje de nuevos conocimientos. La mejor forma para descubrir las propiedades y cualidades de las cosas en estas edades es a través de la experimentación y acción directa. El objetivo es ofrecer al alumnado oportunidades de acercarse a conocimientos de la vida cotidiana, sencillos a simple vista, pero que para el desarrollo integral del alumnado son imprescindibles y necesarios.
En definitiva, la acción-experimentación brinda la oportunidad de analizar cómo se vivencian los aprendizajes, desde un enfoque globalizador. Como se ha dicho anteriormente, a través de sus acciones, el alumnado va dando solución a sus dudas e incertidumbres para las cuales necesitan respuesta. Por lo tanto, por medio de estas herramientas, los niños y niñas construyen su propio aprendizaje.