Cuéntenos su ruta ecológica. ¿Cómo empezasteis, qué producís, dónde, cómo?
Mi madre inició el proyecto en el año 2000. Desde siempre ha creído en ecológico y a la hora de poner las vacas lo hizo así. Elegimos los betizus porque son de aquí y a raíz de la pandemia buscamos una nueva salida para la carne: empezamos a hacer chorizo. Al principio vendíamos carne, pero cuando llegó la pandemia se cerraron muchas vías de comercialización y se nos ocurrió elaborar chorizos para sacar adelante la producción. Es verdad que para nosotros es más cómodo y también llegamos a más sitios. Ahora, además, tenemos la intención de hacer un pequeñoobrador para que todo el proceso de elaboración lo hagamos nosotros.
En casa, nos organizamos entre todos: trabajando con animales, desde dar de comer, hacer chorizos, y vender en ferias. A los EKOmercados, por ejemplo, suelo ir yo pero a otras ferias acuden mi madre y mi hermano.
¿Por qué vas al EKOmercado?
Porque es una feria acorde con nuestro producto. Se trata de un mercado pequeño, donde se fomenta la venta directa y se trabaja la cercaníacon las personas consumidoras. Hemos empezado a vender en las tiendas pero valoramos hablar con la clientela, porque para ellos también a veces es más fácil encontrar nuestro producto en las tiendas si no pueden ir a una feria. Pero la mayor parte de nuestra venta es en venta directa en ferias y mercados.
El EKOmercado va, unas veces funciona más y otras menos; hay gente que viene cada mes a nuestro puesto. Es cierto que nuestro producto cuesta mucho más en el mundo ecológico, porque el chorizo no es para comer todos los días ni para comprar todas las semanas. Por eso, es cierto que la clientela repite, pero a veces tardan un par de meses.
¿Cómo animarías a consumir productos ecológicos?
El alimento ecológico, además de ser más sano, debe ser de mayor calidad. Este es el plus que tienen los alimentos ecológicos; la mayoría lo tienen, pero lo que tenemos que conseguir es hacer un producto atractivo y a nosotros nos gustaría que lo que producimos fuera para todo el mundo, no para unos pocos; que los alimentos ecológicos estuvieran al alcance de todas las personas. A veces es difícil, pero no porque no sea fácil, sino porque no nos lo ponen fácil. Cambiar de hábitos también cuesta mucho.
