Jesús Aranda lleva desde 2010 cultivando un olivar ecológico en Falces. Con una extensión de 18 hectáreas y 3.800 olivos de la variedad Arroniz y Arbequina, trabaja para que el olivar “sea autosuficiente y un organismo agrícola equilibrado”. Así elaboran el aceite de oliva extra de 1ª presión en frío de alta gama. La recolección se hace en el mes de noviembre y después la llevan a una almazara.
En Isanatur-Ecoprolive, nos cuenta Manuel Román, trabajan la oliva de forma integral, sin producir ningún residuo, ya que el hueso de la oliva se utiliza para usos energéticos. Esta innovadora empresa se ubica en Puente La Reina y elabora diferentes productos: aceite de oliva, fibra prebiótica, extracto de oliva, condimentos de oliva y snacks de oliva. En estos momentos, están adquiriendo olivos Arroniz y comprando terrenos para plantar en la zona de Tierra Estella. También tienen acuerdos con agricultores/as ecológicos/as de la zona y disponen de olivares fuera de Navarra. La apuesta de Isanatur-Ecoprolive es cada vez obtener más olivos de cercanía.
Los dos son conscientes y embajadores de las propiedades y los beneficios del aceite de oliva virgen extra ecológico. “El aceite de oliva es una grasa necesaria para el organismo; necesitamos cuatro tipo de alimentos para nuestro día a día en la dieta y uno de ellos es el aceite. Está demostrado que es saludable a nivel cardiovascular y nuestro organismo necesita grasa saludable que nos proporciona el aceite”, comenta Manuel. Jesús añade: “El aceite es el resultado de nuestra forma de vida, de cómo vemos y creemos que tenemos que actuar para que al tomarlo además de tener buen sabor, también aporte energía y vida”.
Participaron en la mesa de trabajo del aceite, organizada por CPAEN/NNPEK para estructurar el sector oleico y tomar decisiones de cara al canal de las colectividades. Cada vez está tomando más relevancia este canal de comercialización y es para el sector ecológico de Navarra una oportunidad para una comercialización estable, agrupada y con precios justos para producción y personas consumidoras. En estos talleres se trabajó la disponibilidad de aceite de cada productor/elaborador, los precios y problemáticas y necesidades de cara a encaminar este proceso.
Tanto Manuel como Jesús apuestan por el canal de los comedores colectivos porque “todo lo que se haga en común en el sector está muy bien, siempre y cuando se mantenga la idea de que es la persona productora la que decida las cosas”. Ambos valoran muy positivamente llegar a acuerdos de precios con otras personas productoras.
En su trayectoria, Ecoprolive-Isanatur ha apostado por el comercio internacional y lleva su aceite a Estados Unidos y Dubái, porque “valoran muchísimo nuestro aceite”. No obstante, también se quieren enfocar en el consumo de cercanía, y además de participar en ferias locales, defienden el canal de las colectividades y tienen “toda la predisposición para colaborar”.
Para ello, ven necesario tener todas las estimaciones y planificaciones de producto, “para ser eficientes en colectivo”. Las colectividades es una forma de servir producto de forma consolidada pero el mayor requerimiento para Manuel es la planificación, “ya que eso nos afecta a todas las personas que vamos a participar en colectividades”. Acordar precios es otro tema que también le preocupa a Manuel. “Vamos a tener que ser capaces de ajustar márgenes para poder entrar, pero tenemos claro que queremos estar ahí”. Además, dentro del proyecto de comedores saludables y sostenibles ve interesante que el alumnado de los comedores visite a las personas productoras y elaboradoras, para que conozcan quién, cómo y dónde se produce lo que comen cada día en la escuela.
Para Jesús es “un sueño que las colectividades empiecen a consumir ecológico”. Él apuesta por apoyar el sector y cree que es un canal que se debe fortalecer. “Es un colchón para mucha gente; quizás no sea mi primer canal de comercialización pero es un canal fundamental, tanto para la producción como para las personas consumidoras”. Para muchas personas agricultoras la comercialización es muy complicada, porque además del cultivo y la cosecha, una vez obtenido el producto hay que iniciar las ventas. Las colectividades pueden resolver, en parte, la comercialización. Para ello, cree que Ekoalde es una herramienta necesaria para abastecer a las colectividades “pero no se debe quedar ahí, y tiene que apostar por la mayor diversidad de productos y de canales”. Poco a poco, saben que el aceite ecológico va llegar a los comedores colectivos, y para eso, el sector ya se está organizando.